Frío y del bueno, eso es lo que hace en esta bella localidad a la 7 de la mañana en el mes de octubre. Tenía ganas de recorrer sus calles tranquilo, sin el barullo de los grupos de visitantes que a medio día llenan sus rincones. Como el sol estaba ya asomando por detrás de sus barreras naturales, no tuve mucho tiempo para pensarmelo. De compañera la Rolleiflex 2,8F que no se había estrenado en el viaje y un par de rollos.
Espero que os gusten
2 comentarios:
Estuve en este precioso pueblo al tiempo que Gervasio Sanchez trabajaba con un buen grupo de fotógrafos en aquello del foto-periodismo.
Me traje unas cuantas fotos de las que ya he colgado alguna.
Un lugar de ensueño.
Un abrazo
Efectivamente , tu lo has dicho, es un pueblo precioso.
Saludos
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